Una tarde tranquila donde la hierba se mueve al baiben del viento, en que los conejosse rescuestan para dormir y disfrutar del bello que es estar ahí. Las hojas de cada árbol son sueños que se nutren de todo lo que las rodea, y cuando una de ellas cae al comodo jergón verde que las espera con ansias, significa que el ciclo ha terminado, la misión se ha cumplido.
A pies descalzos paseando en ese pequeño paraíso, jugue con cada alma que se curzaba en mi camino: las hormigas ne mi pies me hacían reír, las serpientes subían a mi cuello ahorcandome con delicadeza y ternura, los conejos me miraban tranquilos ignorandome, hurones en mi cabeza se recostaban, canarios corrían junto a mi alegría y los caballos me enseñaron el galope.
Viento, viento mío, recorres cada parte de mí como nadie mas lo hace, conoces mis risas, llantos, y desahogos, solo tú me ves, sonríes y caminas susurrandome acerca de .........
Él, viendo como todo brillaba con un fulgor de mil soles, cae, sus musculos no resistieron tal asombrante imágen. Ante él, el resplandor......... no paro de sonreír.
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