Al escuchar esas hermosas palabras simplemente la besó, sus labios rozaron los suyos con tan ternura y dedicación, que hasta los mismos dioses se sorprendieron de ese tan especial y apasionado beso. Cuando volvieron del cielo se quedaron mirando sin decir nada, todo estaba quieto, el viento perdio rumbo, la luz ya no era luz, el fluido de sus cuerpos se detuvieron, solamente el amor y la pasion quedo libre y bailando alrededor de ellos, intentaban decir algo pero todo lo que quisieran decir o sentir había quedado petrificado en ese maravilloso beso. Cuando sus pupilas, encantadas por haber visto el paraíso, lograron enfocar a otros pequeños detalles de ese momento, sus brazos acompañaron a a los ojos, sintiendo el calor entregado por su amada, sus yemas recorrian timidamente las curvas de su opuesto complemento, sus piernas acariciaban a su pareja viendo como este no la dejaba de mirar, habían inmortalizado su amor, habían conocido al otro, supieron que era la belleza, la lujuria y el encanto que cada uno podía entregar, invadio la zona, en ese momento se encontraba solo un individuo en la habitación, una criatura digna de admiración, un aura la rodeaba, un esplandor de luces salió de sus cuerpos, el fulgor de sus almas se logró entender y conectar........ luego, ese unico ser ya no estaba ahí, solo se lograba ver una extraña perla que no detenía su brillo. Ambas almas se encontraron en ese extraño lugar donde el tiempo es un antiguo cuento, donde los sentimientos se vuelven uno, donde el ocaso rie y la luna le canta a los peces, fue en ese lugar, en donde esas almas se amaron sin limites ni restricciones, en donde nunca existio un adios......
